lunes, 19 de octubre de 2009

INDIA, Delhi, Mc Leod Ganj y Vashisht

Delhi

Dejamos Pushkar en un bus rumbo a Delhi. Olvide comentar que en todo nuestros viajes hasta el momento en bus eran algo peculiares. Para empezar, no teniamos asiento, sino como un compartimento en la parte superior q se entraba como por una ventana. No se podia ir sentado, sino que era un simple colchon q no se lavaba nunca. Pensabamos q seria bueno para dormir, pero era imposible, ya que las rutas hacian temblar el bus, y si lograbas dormir, era porq te acabas de morir.

En el bus Jaisalmer-Pushkar, vivimos un piquete indio, pero que solo piqueteaban nuestro bus, ya que el dia anterior un bus de la empresa q nos transportaba habia atropellado a un chico, y como obviamente nadie pensaba hacerse cargo de esa muerte, la gente decidio piquetear nuestro bus, con el fin de que se presentar el duenio de la compania, para lincharlo.

Por supuesto, el duenio nunca vino, y nuestro viaje se demoro 8 horas mas de lo previsto, con las molestias y el miedo de la espera, viajamos todo el trayecto con 40tipos en el techo de nuestro bus, y otros 30 extra en el pasillo, y cada 2 kms, se bajaban a unirse al piquete q iba x toda la ruta. Nosotros encerrados en nuestra cucha de ventanas, esperando q el tiempo pasara.

Luego de este relato, llegamos a Delhi, la idea era no dormir ahi, sino irnos x la noche a Mc Leod Ganj, la tierra de los tibetanos en exilio. Nuestra suerte nos acompaniaba, y llegamos el dia que los autorickshaws estaban de paro, por lo tanto conseguir uno fue bastante complicado.

La terminal central de buses dejaba bastante q desear, pero nada nos sorprende a esta altura. Saque pasajes, en el bus superdeluxe, me jugue, jaja. La lata se difenciaba del deluxe (la peor categoria), en que te aseguraban ir sentado, algo mas que necesario teniendo por delante 13 hs de bus x camino de montania.

Caso omiso al cartel y nos fuimos a esperar recorriendo la ciudad.



Que mejor lugar para pasar el tiempo que la casa de nuestro infaltable companiero, el payaso Ronald (ademas uno de los pocos lugares con aire).



A parte de que las hamburguesas, no son de carne, cosa q a esta altura no molesta, porque la de vegetales son buenisimas, la mayoria de los Mac no cuentan con banios propios, pero si con 2 seguridades (bien armados) minimo en la puerta.



Las calles de Delhi son increibles, es una gran ciudad, pero ahi pasa de todo. Lo mas gracioso es ver tanta gente afeitandose en la calle. Como siempre todos empujan algo, todos de miran, te siguen, los hombres todos de la mano y todos haciendo algo o nada, pero en la calle; suponemos que las casas deben ser un horno.





El unico fin era honrar a esos colores que tantas alegrias me dio en el colegio o en el club Manuel Belgrano. Como veran estan en todos lados.



Visitamos el Jama Masjid, el templo musulman, mas grande de todo India. En realidad llegamos solo hasta la puerta, no habia gran cosa adentro, Naza se tenia q disfrazar para entrar pero yo podia entrar desnudo, pagar entrada, dejar zapatos, q la camara, etc, mejor nos quedamos con al vista externa y a seguir.



Lo mismo hicimos con el Fuerte de Delhi, todos se decepcionaban al entrar, por lo tanto lo mas lindo es la foto de afuera. La sacamos con la bandera india, la cual es todo un orgullo para los indios que flamee ahi.



Todos los autos tienen la misma puta frase en la parte trasera, "Horn Please", que aunque suene confuso significa que por favor toques la bocina, orden que obedecen religiosamente. Por lo tanto la cercania con las calles, rutas o lo que sea donde haya un auto sera acompaniada por el ruido inconfundible de la bocina. Todos los buses que tomamos, el conductor lleva una mano en el volante y otra tocando sin para la bocina, no es joda, sin parar. Creen que es parte del buen conducir.



Recorrimos el resto del dia Delhi, usando su moderno subte, que no es broma, esta diez veces mejor que el nuestro, tiene aire, es eficiente y moderno, lo que hace dudar mucho que lo que hay en Buenos Aires, sea un subte o una carcel andante.

Luego volvimos a la terminal y volvimos a la realidad, nos subimos a nuestra lata superdeluxe. Las mochilas, que a esta altura era gigantes, no habia donde ponerlas, por lo tanto me trepe al techo, y las ate ahi, a mi riesgo. Pero como era bastante probable que se cayeran, decidimos meterlas por la fuerza junto a nosotros; suerte porque nos agarro tormenta jodida que hubiera destrozado nuestras mochilas.

Los primeros 100 kms son los peores, o mejor dicho los de tortura, el bondi no avanza, por el trafico y porque cada dos kms, se mete en los barrios a tratar de subir mas gente. Lo gracioso, es q en movimiento se suben vendedores ambulantes, y por mas que uno no entiende nada que venden, te imaginas lo que dicen de tanto verlos en nuestros bondis, "el exprimidor de naranjas", "las medias irrompibles", "el trapo mas absorvente del mundo", "el mantel hioerpractico" y hasta un heladero que vendia helados en vaso, sin tapa y que con ese calor era increible como no los tenia derretidos.

Sumado a todo esto, la lluvia, la bocina incesante del conductor y de otros autos, la gente escupiendo, el infaltable calor, y la algo molesta situacion de llevar dos dias enteros sin baniarnos y a 13 horas de estar al alcance de uno, jaja. Pero la pasamos increible.

Al otro dia, llegamos a Dharamsala y de ahi taxi a Mc Leod Ganj. Todo el viaje habia valido la pena. El lugar era increible, un pueblo situado bien arriba en la montania, no hacia mas calor, clima de montania. No mas indios, tibetanos en su lugar, una paz que se sentia en el aire.

Conseguimos rapido hotel, 4 dolares y con una vista envidiable. Ducha urgente y a recorrer.

Nuestro balcon.



Nuestra vista.





Nos colgamos 6 dias, veniamos, mudandonos sin parar cada 2 o 3 dias, y este lugar valia la pena. En Mc Leod Ganj, se encuentra la sede del Gobierno Tibetano en Exilio, cuyo lider todos conocemos es Dalai Lama. Estas tierras fueron cedidas por el gobierno indio a los tibetanos, luego de que China los "invitara" a dejar su tierra originaria. Desde aqui Dalai Lama, aparte de dar refugio a los tibetanos que lleguen escapando de la china tibetana, planea su estrategia pacifica para recuperar lo imposible, que China devuelva un tercio de su territorio a un pais pobre, sin ejercito, sin economia, sin territorio actual y sin olvidar que ya llevan mas de 50 anios en el exilio. Lo que se dice un hermoso suenio.




A parte de los hechos historicos, el pueblo es para colgarse mal, se come muy bien, y esta muy bien explotado, para que el turista se relaje mucho.

Logramos q Naza lea.



Fuimos a clase de Dolak y nos compramos uno para practicar. Aca en un bar muy Bob Marley en Baghsu 2kms de Mc Leod Ganj atendido por un nepali con mucha onda, por lo tanto volvimos varias veces.




En el "horrible" camino que unia Mc Leod Ganj con Baghsu.





Visitamos el Museo Tibetano, donde aprendimos un poco de la historia china tibetana.




Visitamos una Iglesia St John, ya que estabamos, porque no? Parecia sacada de una pelicula de terror, con todas las tumbas alrededor, no habia nadie salvo un perro, y cerrada con rejas, en eso aparece un tipo nos invita a pasar, pero q dejemos nuestro perro afuera, ya que el tenia uno encerrado dentro de la Iglesia. Pasamos, era muy lugubre todo y con ratas que iban x todos lados. Sacamos fotos y nos fuimos antes de q pasara algo malo.




Un linda foto de un mono.



Un templo muy raro en Baghsu, que era un laberinto tambien, muy ridiculo.



Dejamos Mc Leod Ganj rumbo Vashisht, otro pueblo de montania, pero sin el marketing que generan los tibetanos. Nos colgamos otrso 4 dias, no habia mucho q hacer, asi que disfrutamos el comer y no hacer nada. Fue increible. En el restaurante de nuestro hotel cenabamos unas milas de pollo y nos pasaban peli en pantalla gigante q mas podiamos pedir.

Una vez mas, molestando a la gente durante su banio.



El pueblo de Vashisht.





No parecen ser muy fotogenicas.



Nuestro balcon.




La vista desde nuestro balcon.



De aca nos iriamos rumbo a Delhi, para luego partir rumbo a Agra y su Taj Mahal.

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